Édouard Manet

Édouard Manet (1832-1883)


Pintor francés del siglo 19, nacido en París el 23 de Enero de 1832.
Fue un personaje muy importante en la transición del realismo al impresionismo. 
Nació en una familia bien posicionada con conexiones políticas importantes: su madre Eugénie- Desirée, era hija de un diplomático y su padrino era el príncipe sueco (Charles Bernadotte). Por otro lado su padre era una juez francés que pretendía que su hijo siguiera sus pasos.

Olympia


Desde joven decide rechazar estudiar derecho para convertirse en pintor.

De 1850 a 1856, estudiaba pintura bajo la tutela de Thomas Couture.
En su tiempo libre Manet se dedicaba a copiar a los antiguos maestros en el museo de Louvre.
Después de esto decide viajar; visitar Alemania, Italia, y Holanda. Durante este tiempo obtiene influencias del pintor holandés Frans Hals y los pintores españoles Diego Velázquez y Francisco José de Goya.
Para 1856, Manet abre su propio estudio. 
Su estilo en este periodo se caracterizaba por pincelazos sueltos, la simplificación de detalles y la supresión de tonos de transición. 
Tratando de retomar el estilo realista de Gustave Courbet, pintó la obra " Absinthe Drinker". 
Rápidamente se olvido de hacer obras con temas religiosos, mitológicos o históricos.
Manet fue una gran influenza para el desarrollo de artistas siguientes y fue pionero del impresionismo. 

Le déjeuner sur l'herbe (El almuerzo sobre la hierba)

Un poco más acerca de este cuadro: 

Le Déjeuner sur l'Herbe es un cuadro bastante controversial por la forma en que es representada la mujer desnuda en la obra. 

No se podía asimilar que ella estuviera desnuda alrededor de hombres vestidos, lo que despertó el rechazo y se empezó a especular alrededor del significado de la obra. 

Fue rechazada del salón oficial, ya que no se estaba acostumbrado a la modernidad de una obra así. 

Fue así como llego al Salon des Refusés (Salón de los rechazados) en 1863. Dentro de este grupo de obras rechazadas se destacó por ser la más controversial e irritante. La obra fue muy rechazada en su época, al estar adelantada y ser muy moderna. La obra sobrevivió a pesar de ser denominada como vulgar y es una de las piezas más importantes de Manet.