martes, 18 de octubre de 2011

Quetzalcóatl

Quetzalcóatl
La serpiente emplumada (traducción literal de quetzal(pájaro) y cóatl (serpiente)) es por su singularidad y profusión, emblema de las antiguas culturas mesoamericanas.
Tiene varias formas de representación y símbolos: se dice que fue hombre, Rey de Tula, representante del planeta Venus en la tierra y dios del viento.
Esta inmerso en el mundo de las culturas mesoamericanas en diversas formas y representaciones.

El planeta Venus

 
Los jeroglíficos en los que aparece Quetzalcoatl son compartidos con el planeta Venus y se plantea a la serpiente emplumada como su representante en la tierra.
Pero se encuentra un problema con este postulado, puesto que el nacimiento de Venus proviene de las cenizas del Rey de Tula (que también se le atribuye este nombre a Quetzalcóatl), y por lo tanto sólo puede existir después de ese episodio.
Este problema obliga a reconocer la naturaleza de los mitos e iconografía que gira alrededor de este personaje:
Según la parábola del Rey de Tula, la trayectoria de su destino se cumplirá por un movimiento que retorna eternamente a la fuente que lo engendra.
Es decir que el destino de Quetzalcóatl se da de manera circular y que su historia no se da de una manera lineal, sino siempre redundante. 
La representación del planeta Venus en la simbólica (que ayuda a comprehender mejor la parábola) es precisamente representar ese movimiento circular, que conduce periódicamente al país del sol; después de un pasaje por los abismos terrestres.
 Es por esto que la imagen de Quetzalcóatl es representado junto con símbolos de movimiento (Venus).

El descenso a los infiernos
Los relatos del descenso a los infiernos muestran a Quetzalcóatl lanzándose al País de los Muertos para recuperar las osamentas de sus ancestros. El peligro que implica la confrontación con los soberanos de las profundidades hace que Quetzalcoatl, poseído por el pánico, corra hacia la salida, pero cae y con la caída rompe los huesos que ya había recuperado. Tras creer que había fracasado en su misión, llora.
 Xólotl (que es su doble) lo consuela. Es este mismo el que le da la imagen a Quezalcoatl, y es ilustrado como un total desprendimiento de las apariencias de este mundo.

Dios de los vientos
Aunque fue hombre, Quetzalcóatl (ya como Dios) barría el camino a los dioses del agua, y esto se deduce porque siempre antes de que comiencen las aguas hay grandes vientos y polvos, por esto se decía que Quetzalcóatl barría los caminos de los dioses de las lluvias para que vinieran a llover. Era también el gran sacerdote del templo.




Características:
Mitra en la cabeza con manchas de tigre, penacho de plumas (Quetzalli) , orejeras de turquesas, collar de oro, calzado de la rodilla hacia abajo de cuero de tigre, el mano izquierda el joyel del viento y el la derecha un cetro de obispo.   








Fuentes y primera imagen: 
Historia General de las cosas de la Nueva España (Capítulo 5), Fr. Bernardino de Sahagún


Demás imagenes: cultureofrage.com , http://archaeology.asu.edu/tm/pages2/mtm38B.htm

Museo de Arte Moderno


Museo de Arte Moderno:
En 1964 el gobierno mexicano empeñaba una parte importante de sus recursos financieros en sus instituciones culturales.
Lopez Mateos y el secretario de Educacion Torres Bodet crearon una red de Museos Nacionales. 
El Bosque de Chapultepec se seleccionó como el lugar más adecuado para dar asiento a el museo primordial: El Museo de Antropología e Historia; frente a él, el Auditorio nacional, las escuelas de teatro y danza.
En los alrededores de estos museos se decidió plantar los Museos de Historia Natural y el de Arte Moderno.
El museo de Arte Moderno (inaugurado el 20 septiembre de 1964) ocupa el espacio que solía pertenecer, a principios del siglo, al jardín Botánico.
Desde su fundación, el Instituto Nacional de las Bellas Artes había estado ampliando sus espacios de exhibición, pero para los años 60 ya eran demasiados artistas mexicanos los que necesitaban espacio para sus expresiones.
 Esto, y con ayuda de la entonces llamada “Escuela Mexicana”, atrajo el ojo del extranjero a México y se empezaron a dar varias muestras de arte internacional en la ciudad. 
El Museo de Arte Moderno ayudó a que la fuerza del arte contemporáneo incrementara en el país, dándole espacios a grandes artistas como Orozco, Rivera, Tamayo, Siqueiros, entre otros.
Pese que a lo largo de la historia, los museos de arte modero o contemporáneos no han sido bien aceptados, y se les ha llegado a llamar anti-museos por albergar obras de pasados muy recientes para ejemplo del futuro y no dar lugar a obras de tiempos remotos como lección de nuestro presente; el Museo de Arte Moderno ha sido (y seguirá siendo) un patrimonio artístico de la Ciudad de México, ya que presenta siempre una gran diversidad en sus exposiciones y le da espacio a las grandes mentes artísticas mexicanas.



Fuentes: 
El Museo de Arte Moderno, Luis Ortiz Macedo

Fotografía:

http://www.mam.bellasartes.gob.mx/